No sólo podemos dirigirnos a nuestros futuros clientes a través de la vista, oido, ... etc. También lo podemos realizar a través del olor.
Esto es el Marketing Olfativo, que consiste en utilizar un aroma en centros comerciales y de trabajo, para influir positivamente en la actitud hacia la marca.
Hoy día, cada vez más los consumidores no compran productos, sino que compran experiencias. Como principal objetivo tiene el de hacer más tangible el benenficio en la compra de productos o servicios.
Ejemplos como olores a Mar cuando es una tienda de deportes, palomitas en un cine, chicle en guarderías infantiles, juguetería, etc. Hacen posible ver las posibilidades con las que se cuenta hoy en día con el marketing olfativo.
Podemos clasificar los Aromas en tres tipos:
Aromas Identificativos. Aromas creados según la marca de la empresa, de manera que se pueda asociar a su logo, imagen y color. Lo que se denomina principalmente odotipo.
Aromas Asociativos. Aromas que sin ser directamente identificativos de una marca o empresa, puede haber asociación subjetiva con su actividad comercial (Ej. Aroma a chicles en una Tienda de niños).
Aromas Representativos. Reproducen exactamente el olor del producto de una manera más importante, y ayuda a su consumo compulsivo.
Sin duda, una nueva tendencia a tener en cuenta para implantar en nuestros centros comerciales.
Fuente: Aromarketing, Consumer